viernes, 20 de julio de 2012

Capitulo 10.


Al de un rato, cada uno se fue a ver la casa por su cuenta. Caroline, Jamie y yo fuimos a la casa de la piscina.
- Es increíble todo esto Nikki. - decía Jamie.
- Ya te digo. Pedazo de casa. - decía Caroline.

Loreen llamó a la puerta y entró.
- ¿Qué hacéis chicos? - preguntó.
- Nada, hablar. - conteste. 
- Oye, Cam y yo vamos a ir a dar una vuelta por el barrio. ¿Os venís?
- ¿Y tus padres? - preguntó Caroline.  
- A ellos mejor dejarles, están muy emocionados. - nos guiñó un ojo.
Decidimos ir con Loreen y Cam a conocer el barrio.
Todas las casas eran preciosas.
- Hola. ¿Vosotros sois los nuevos? - preguntó una chica mas o menos de mi edad.
- Sí, los de la casa de Nelson. - respondió Cam. 
- Pues encantada, soy Emily, la chica de la casa de enfrente. - me miraba y me sonreía. - ¿Queréis que os lleve a algún lado?
- Pues... yo tengo una sed que me muero. - respondió rápido Jamie.
Comenzamos a reírnos y Emily nos llevó a una cafetería que estaba enfrente de la playa. La playa no estaba lejos de nuestro barrio, eso me gustaba. 
- ¿Te has fijado en los chicos de aquí? - me decía Caroline mirando para todos los lados. - Espero que te eches algún noviete de estos.
- ¡Caroline! - le dije para que bajase la voz.

A Cam le llamarón al móvil.
- Joder, chicos me tengo que ir.
- ¿A dónde te vas? - dijo Loreen preocupada. 
- Me ha llamado Eric y tengo que ir con él.
- ¿Quién es Eric? - preguntó Loreen.
- El de antes, al que le gustas. 
- ¡El chulo putas! - dijeron Jamie y Caroline a la vez.
- ¿Y a dónde vas? - volvió a preguntar Loreen. 
- No sé, me ha dicho que es algo del equipo de baloncesto. Luego os llamo.
Cam se marchó y nos quedamos los demás en la cafetería. Emily parecía una chica muy maja, nos dijo sitios para ir a conocer en Los Ángeles y que si necesitábamos algo, se lo pediríamos.
- ¿Y en qué escuela estudiaras? - me preguntó Emily.
- Pues... aún no lo sé. Un amigo de Chicago me dio una lista con los institutos que tienen departamento de Arte Dramático, y todavía no he mirado ninguno. 
- Mi instituto tiene clases de Arte, podrías ir a mirarlo. - me dijo sonriéndome.

Noté que algo vibraba en mi bolso y me dí cuenta de que era el móvil. Me estaba llamando Taylor.
- ¿Diga? - contesté y me salí de la cafetería.
- Hola. ¿Estás ya por Los Ángeles? - me imaginaría que estaría sonriéndome con su sonrisa tan perfecta. 
- Sí, hemos llegado hace unas horas. He visto mi casa y es preciosa.
- Pues espero que me invites algún día. - se me puso una sonrisa de tonta.
Salieron todos de la cafetería y me vieron sonreír como una idiota.
- ¿Con quien habla? - le preguntó Emily a Loreen.
- Seguro que con su novio Taylor. - respondió Caroline en tono burlón.

- Oye, tengo que colgar, mi hermana me necesita. - le dije a Taylor.
- Vale, te llamaré mas tarde.
- Adiós. Cuidate, un beso. - le dije y colgué rápidamente.
Me acerqué a donde estaban los demás y mi hermana me esperaba la última para hablar.

sábado, 14 de julio de 2012

Capitulo 9.


Todos seguíamos a Peter. Mi madre salió la última y seguía mirando el precioso cuarto de baño.
Salimos de aquel pasillo y volvimos a salir a donde la enorme ventana. Enfrente había otro pasillo, y nos dirigíamos hacía allí. Entramos en la habitación del fondo y todos nos quedamos mirando la preciosa habitación.
Era el doble de grande que las nuestras. Nada mas entrar, había dos sillas muy elegantes con una mesilla en medio.
A la derecha entre dos mesillas de noche estaba una enorme cama. Enfrente de ella, había un pedazo mueble de madera color marrón brillante, con miles de cajones y puertas. Y encima, en una balda en el mueble, había una televisión bastante grande. No pensaba que habría más, pero Peter abrío una puerta, que había a la derecha del todo y había otro enorme baño. Este era más sencillo que los otros dos, pero era muy bonito. Tenía un mueble largo con un lavabo en medio. Y encima un enorme espejo. Luego estaba la ducha, que era como un spa porque había para sentarse. Era muy bonito la verdad. Peter volvió a sonreírnos y, nadie nos habíamos fijado, pero al entrar, al fondo, había una especia de cortina. Entramos y allí había un armario. Pero no un armario cualquiera. Era una pasillo, con una alfombra color marrón claro, y a los lados estaban los armarios. Me recordaba al armario que sale en la película de “Sr. y Sra. Smith”, pues parecido.
- ¿Os gusta? - les preguntó Peter a mis padres.
- Me encanta. - dijo mi madre dándole un beso a mi padre.

Salimos de la habitación y seguíamos en el pasillo. Un poco mas adelante, había otra habitación. Entramos.
Esta era un poco mas simple que las demás; pero a mi me gustó, porque la cama era redonda.
Tenía enfrente un armario, bastante grande. A la derecha del todo, un sillón y una mesita. Eso sí, tenía unos ventanales increíbles, preciosos.
Salimos del pasillo y Peter nos llevó al otro lado, detrás de las escaleras. No había ninguna puerta, si no que era como una cortina. Entramos y Cam empezó a alucinar.
Era una especia de salón de juegos, pero en la nuestra había un enorme sofá en forma de L.
En medio una mesa, y al lado otro sillón. Enfrente del sofá había un enorme televisor, era como una pantalla de cine. A mi hermano le llamó la atención el cuadro que había al lado del televisor. Era un cuadro en blanco y negro de un jugador de baloncesto.
- Ese era el antiguo dueño de la casa. - dijo Peter mirando el cuadro.
- ¿En serio? ¡Ese es Nelson Marshall! Jugó dos temporadas en los Miami Heat y estuvo cinco años en Los Lakers. Hace dos años que se retiró. - decía mi hermano todo emocionado. 
- ¡Exacto! Nos vendió la casa a la inmobiliaria hace un par de años.
- ¿Y se la vendéis a cualquiera? - preguntó Cam. 
- No. Él vino a vivir aquí al igual que tú, con una beca. Le ofrecieron la casa y en unos años la compró. Y cuando se retiró volvió a Francia, a su país natal.
No tenía ni idea de lo que estaban hablando. No sabía quien era ese tal Nelson, pero buen gusto tenía para la casa.
Salimos de la sala y Peter nos llevó a dos últimas puertas. Una de ellas era otra habitación. Era muy sencilla, una cama grande, un armario enorme, y una cristalera preciosa, esa habitación tenía mucha luz.
Salimos y fuimos a la otra puerta que quedaba, otro baño. Era mas pequeño que los demás, pero era muy cuqui.
Bajamos todos a abajo, y salimos fuera de la casa.
- Bueno, la nevera está llena, os la he llenado para que tengáis para este fin de semana. Nos veremos pronto. - dijo Peter dándole la mano a mi padre.
- ¿No quieres quedarte a tomar algo? - le ofreció mi padre. 
- Lo siento, tengo que ir a enseñar otra casa.
Peter se despidió de todos y se marchó. Cuando le vimos alejarse con el coche, nos pusimos a saltar y gritar de alegría.

viernes, 13 de julio de 2012

Capitulo 8.


Mi padre abrió la puerta con las llaves que le había dado el de la inmobiliaria.
- Por cierto, antes de nada. Soy Peter, y si necesitáis cualquier cosa mi número está apuntado en la mesilla de la entrada. - dijo el de la inmobiliaria.
Yo entré la última, de la mano de Loreen. Mi hermana suspiró fuerte y me agarró con fuerza la mano. No me lo podía creer, era precioso. Nada mas entrar, en el medio, se veía una pequeña mesa con un jarrón encima, y en la mesa estaba el número de Peter. A la derecha, había unas preciosas y enormes escaleras blancas y con una alfombra lisa color marrón y con una barandilla muy elegante. Al lado de las escaleras, había un reloj antiguo marrón. A la izquierda había otra mesa, esta algo mas larga que la de en medio, también tenía un jarrón con unas flores preciosas. Al lado había una enorme puerta, pero estaban las puertas abiertas, y eso quedaba muy elegante. Al lado de la enorme puerta, había una mesa alta con dos taburetes, todo eso marrón. Y al fondo de la entrada, muy al fondo, la pared era todo una cristalera en la cual se podía ver un terreno con una piscina y unas canastas de baloncesto.
- Si me seguís por aquí por favor. - decía Peter.
Nos llevo por la puerta que os he dicho antes, y ahí estaba el salón.
Mi hermana no me soltaba la mano y me agarra cada vez más fuerte.
Aquello era enorme, había dos sofás de cuero color blanco, uno enfrente de otro; y en el medio había una mesa de madera color marrón oscura. A la derecha de eso, había un mueble de madera, a juego de la mesa. En el mueble, había dos fotos grandes en blanco y negro.
A la izquierda del todo, detrás de uno de los sofás, había un mueble de madera al igual que el otro, pero está era algo mas pequeño y mas bajo; encima de el había un espejo.
Al fondo del salón, había una mesa de comedor, bastante grande, con dos jarrones encima.
Enfrente de uno de los sofás había una puerta corredera, que daba al jardín, y en el jardín había unas cuantas tumbonas marrones claras, y una enorme piscina. Había un camino el cual llevaba a una pequeña casita. Peter nos hizo un gesto para que fuéramos a ver la casita. Era la casa de la piscina.
- Está me la pido yo. - dijo Caroline. - Para cuando venga en Verano.
Mis padres la sonreían. Entramos en la casita, y era muy bonita.
Nada mas entrar había una cama grande con muchos cojines. Detrás había dos escalones para subir a una pequeña cocina. Y al lado, había una puerta que daba al baño.
Volvimos a entrar y seguimos a Peter; detrás del mueble que tenía las fotos en blanco y negro, había una enorme puerta blanca, estaba cerrada. Peter la abrió y aquello era la cocina.
Era entera blanca. Al fondo había una puerta blanca con una cristalera, que daba también a la piscina, justo a enfrente de la casita. Peter primero nos enseñó la cocina. Lo que mas me gusto de la cocina, es que había una mesa estilo barra de bar, con dos taburetes blancos. Me recordaba a las películas. La verdad, mi casa nueva, era de película.

Volvimos a entrar por la puerta de la cocina, y salimos a la entrada. Nada mas salir, a la derecha, un poco mas adelante, estaba el baño. Era muy bonito. Era como de una casa de muñecas. Muebles color blanco y un enorme espejo encima. Una bañera que era antigua pero a la vez moderna. A mi madre le encantó, porque no hacía mas que mirarlo...
Salimos, y otra vez en la entrada. Todos seguíamos a Peter, y esta vez tocaba la planta de arriba.
Nada mas subir las escaleras, a mano derecha, había otra enorme ventana. A mano derecha de la ventana había un arco que daba a un pequeño pasillo, y al fondo había una puerta.
- Bueno, la primera habitación. - decía Peter.
Abrió la puerta.
Nada mas entrar, había dos sillones color gris y en medio una mesilla de cristal. La habitación era muy luminosa gracias a los ventanales que tenía.
Al fondo, estaba la cama, una cama grande. En frente de la cama, había un enorme mueble, muy largo, todo negro. Era una especia de armario, porque Peter lo abrió y había perchas. En el mismo mueble, había dos baldas, la de arriba con una televisión de plasma, y la de abajo divida en dos, estaba vacía, supongo que para que nosotros pongamos lo que quisiesemos. Al lado de la cama, había un mueble con tres baldas, tambien negro. En una de las baldas, había un libro de baloncesto.
- ¡ME LA PIDO! - grito Cam sentándose en la cama y leyendo el libro.
Salimos de la habitación, y al lado había otra puerta. Entramos.
Al entrar, a la derecha, estaba la cama. Otra enorme cama, con dos cojines rojos. En frente de la cama, había un sillón gris. A la derecha de la cama, habia un mueble blanco, con miles de cajones. Encima del mueble, había un espejo.
A los lados de la cama, había dos mesillas con cajones. Y luego, mas adelante, había un enorme armario color negro, con un enorme espejo en una de las puertas.
- Está habitación lleva mi nombre. - decía Loreen que me soltó la mano de golpe, y se quedó atontada mirando el armario.

En frente de la habitación de Loreen, había otra puerta. Estaba deseando de que fuera mi habitación.
Entramos y nada mas entrar, se podía ver la enorme cama que había. A la derecha de la cama, había una enorme ventana, que se veía el jardín... y había una especie de sofá pegado a la pared para sentarse y ver a través de la ventana.
Enfrente de la cama, había un enorme armario, muy parecido al de Loreen, también con un enorme espejo, pero el mio tenía una televisión. Y al lado del armario, había un sillón color gris.
A la izquierda, había un escritorio de madera, en color negro.
- Creo que este es mi cuarto. - dije mirando la habitación.
Salimos de la habitación y al lado de mi puerta, había otra mas adelante. Entramos y era otro baño.
Este baño era enorme y tenía muchos focos de luz. Era todo de madera color marrón oscuro. Tenía dos enormes muebles, separados por una puerta la cual era la ducha. En esos muebles, en cada uno había un lavabo. Los muebles tenían miles de cajones y al lado de un mueble, había otro mas alto y tenía muchas baldas. Era precioso.

jueves, 12 de julio de 2012

Capitulo 7.


Viernes.
Me levanto rápido y feliz. ¡Es Viernes y esta noche me voy a Los Ángeles!
Me ducho y me preparo. Voy a la cocina y el desayuno está encima de la mesa. No hay nadie, desayuno yo sola.
Es la hora y bajo porque estará esperándome Caroline.
Hablamos todo el camino sobre los planes que tenemos para Los Ángeles.
Estamos a punto de entrar en el instituto cuando Caroline me da un golpe en la espalda.
- ¿Qué haces? - le digo.
- Mira allí.
Miro hacia donde ella me señalaba y veo a Taylor apoyado en un árbol, sonriéndome. Sonrío tontamente.
- Nos vemos luego. - les digo a Jamie y a Caroline.
Me voy corriendo hacía Taylor.
- ¿Qué haces aquí? - le pregunto.
- Dijiste que te ibas este fin de semana a Los Ángeles y que en dos semanas te mudabas allí. 
- Sí.
- Pues he pensado que quizás podrías despedirte de Chicago con una compañía especial, con alguien como yo. - me sonreía y a esa sonrisa no se le podía decir que no.

Era la segunda vez que me jugaba las clases en una misma semana. Me sentía un poco malota.
Taylor y yo habíamos estado paseando por la ciudad y contándonos cosas sobre nosotros.
Me invito a comer a su restaurante favorito, al de su primo.
Era por la tarde, serían las cinco o asi...
Estábamos sentados en un banco de un parque riéndonos, y os juro que no he visto cosa tan bonita como su sonrisa. Me quedé atontada mirando como se reía y entrecerraba sus ojos, se dio cuenta y me miró fijamente con su sonrisa. No podía apartar la vista de él por mas que quisiera. Él se acercaba a mi lentamente y podía oír su corazón, lo fuerte que le latía; yo comencé a ponerme nerviosa cuando él con sus labios rozó los míos.
Me aparté de golpe y le miré fijamente a sus ojos marrones brillantes.
- Lo siento, tengo que irme.
- ¡Espera Nikki! ¡Lo siento! - me gritaba mientras yo me alejaba.
Llegué a casa y todos me esperaban para ir al aeropuerto. Cogí mis cosas y nos fuimos.
En el aeropuerto estaban Caroline y Jamie esperándonos. En el avión, en la fila derecha, estaban mis padres, en el medio, Caroline, Jamie y yo, y en la izquierda Loreen y Cam.
Caroline y Jamie no hacían mas que hablar y yo no hacía mas que pensar en el corto beso con Taylor, en lo tonta que había sido al largarme. Mi hermana me miraba y me hizo un gesto. Fuí a su asiento y le cambie el sitio a Cam.
- ¿Estás bien? - me pregunto Loreen.
- Hoy no he ido a clase. Apareció Taylor diciéndome que estas dos semanas tenía que pasarlas despidiéndome de Chicago con alguien especial, alguien como él. 
- ¿Has pasado el día con él?
- Sí. 
- ¡Eso es genial!
- Si, hasta que me besó. - bajé la mirada. 
- ¿Que qué?
- Me besó. Un beso corto porque yo me aparté y le dije que me tenía que ir. 
- ¡Pero tú eres tonta! - grito mi hermana. Todo el mundo nos miraba.
- Cállate. - le dije a la vez que sonreía a la gente.
Todo el vuelo estuve hablando con mi hermana de lo ocurrido con Taylor.
El vuelo duro unas siete horas, pero a mi se me pasaron rápido. Pasé casi todo el vuelo hablando del tema con mi hermana y otro rato me quedé dormida.

Fuera del aeropuerto nos esperaba un enorme coche negro. Mi hermano y mi padre saludaron al chico que estaba apoyado en el. Era un chico joven, con un traje negro y unas gafas de aviador del mismo color. Cuando vio aparecer a mi hermana se quitó las gafas y le miró de arriba a abajo. Él le sonrió, pero mi hermana le sonrió sin ninguna gracia y entró en el coche.
- ¿Y ese? - le preguntó.
- Ese es un chulo putas.
Caroline y Jamie comenzarón a reírse. La verdad, a mi también me pareció algo creído el chico.

Mis padres y mi hermano subieron al coche y el conductor seguía el coche del “chulo putas”.
Al de un rato, entramos en un enorme barrio con preciosas casas lujosas. Estaba deseando de que el conductor parase en alguna de ellas.
- Bienvenidos a Los Ángeles. - dijo el conductor con una sonrisa.
Todos estábamos mirando por las ventanillas y el coche paro enfrente de una casa enorme y realmente preciosa.
Era toda blanca con el tejado marrón clarito. Tenia tres garajes con las puertas marrones. La puerta de la entrada era preciosa, era toda ella de cristal, y antes de entrar había una pequeña y elegante verja negra.
El conductor del coche nos ayudó a sacar las cosas del maletero, mientras que el “chulo putas” hablaba con alguien que salió de la casa.
Caroline y Jamie no hacían mas que mirar la casa.
- Quiero venirme a vivir contigo. - decía Jamie.
- Ya y yo. - respondió Caroline. - ¡Qué pasada!
El “chulo putas” nos presentó con el que estaba hablando, era el de la inmobiliaria, y le dio un juego de llaves a mi padre.
El conductor y el “chulo putas” se despidieron de nosotros.
- Creo que será mejor entrar para que veáis la casa. - dijo el de la inmobiliaria.
No podía creer que esa sería mi casa, por fuera era preciosa y enorme. No quería imaginarme como sería por dentro.

miércoles, 11 de julio de 2012

Capitulo 6.


Jueves.
Hoy me levanto contenta. Ayer fue un día genial.
Antes de ir al baño a ducharme, miro mi móvil y tengo un mensaje de Caroline. Hoy si que viene a clase.
Voy a ducharme y luego me preparo. Voy a la cocina a desayunar y solo está mi padre.
- Buenos Días. - me dice echándome leche en la taza.
- Buenos Días. - le devuelvo el saludo. 
- ¿Tienes todo preparado?
- Sí. Lo dejo todo la noche anterior. 
- No me refiero a eso.
Sinceramente, me había olvidado de que nos mudábamos a Los Ángeles y no tenía nada preparado.
En el desayuno había poca conversación. Le dije que si podía venir Caroline y Jamie y me dijo que sí, cosa que me hizo muy feliz.
Era la hora y Caroline me esperaba abajo.
- ¡Hola! - le digo con una sonrisa.
- ¿Te encuentras bien? - me pregunta bromeando. 
- Mi padre dice que podéis venir este fin de a Los Ángeles.
- ¿De verdad? ¡Eso es genial! - Caroline me abraza.
Estuvimos todo el camino hablando de lo que haríamos el fin de semana en Los Ángeles. 

El día se me pasó rápido. Era la hora de irse a casa y Jamie nos esperaba como cada día. Jamie dijo que él también venía a Los Ángeles. Caroline y yo estábamos contándole todo lo que habíamos planeado cuando veo a lo lejos a Taylor sonriéndome.
- Ahora vuelvo. - les digo.
Caroline y Jamie seguramente me estén mirando.
Estoy enfrente de Taylor y le sonrío.
- Hola. - me dice. - ¿Qué tal estas?
- Muy bien. ¿Cómo sabías donde estudio? 
- Fácil. Esta mañana os he seguido a ti y a tu amiga.
- ¿Qué? 
- Es broma. El otro día en la cafetería vi un libro en el cual ponía “Secondary School, Chicago”
Me miraba y me sonreía.
- Me encantaría conocerte. Hoy no tengo tiempo, pero esté es mi número. Llámame cuando quieras. - me dio un papel con un número. Me agarro la mano para darme el papel, y pude sentir su calurosa y morena piel.
- Dentro de dos semanas me mudo a Los Ángeles. Y este fin de semana voy allí a llevar algunas cosas. No creo que quieras conocerme mucho.
Su cara cambió, pero aún así me sonreía.
- Seguro que nos veremos pronto. - me soltó la mano y se marchó.
Volví con Caroline y con Jamie. Caroline me empujo y me empezó a hacer todo tipo de preguntas, ella le reconoció, sabia que era el chico de la cafetería...
Llegué a casa y fui a mi habitación. Me senté en la silla y encendí mi ordenador. Empecé a buscar las escuelas de Arte en Los Ángeles para echarles un vistazo este fin de semana.
De repente me acordé del número que me dio Taylor. Cogí el papel y me quedé un rato mirándolo. Estuve a punto de llamarle, pero no podía.
De repente, entró mi hermana en mi habitación.
- ¿Qué haces? - me preguntó sentándose en la cama.
Escondí rápido el papel con el número pero ella lo vio.
- ¿Qué es eso? - me pregunta cogiéndolo. - ¿Es el número de un chico?
- No. - le digo todo seria. 
- A mi no me mientes. ¿Es el de la cafetería?
No le dije nada y mi hermana no es tonta, así que se dio cuenta.
- ¿Le vas a llamar?
- No. Nos mudamos dentro de dos semanas. No quiero... 
- ¿Enamorarte?
Otro silencio, otra pregunta sin contestar pero que mi hermana sabía las respuestas.
Pasé toda la tarde mirando las escuelas, mirando el número de Taylor y editando los planes que había hecho con Caroline.
Llegó la noche. Cenamos mis hermanos y yo, porque mis padres estaban trabajando y todavía no habían vuelto.
Me fui pronto a la cama aunque me costó dormirme. No hacia mas que pensar en Taylor, en su manera de sonreírme, en su manera de mirarme, en su morena y calurosa piel rozando la mia,...

martes, 10 de julio de 2012

Capitulo 5.


Subimos al mismo taxi que nos había llevado al teatro.
Estaba lloviendo, así que decidimos ir a algún centro comercial.
Llegamos y fuimos a dar una vuelta. Entrabamos en todas las tiendas de ropa.
No nos dimos cuenta de la hora y fuimos a una cafetería a comer algo. Nos sentamos en una mesa libre y al lado de nuestra mesa había un chico el cual me sonaba mucho. Él me miro, y me sonrío. Mi hermana se dio cuenta y me dio un golpe con el codo. Me levanté y fui al baño. Al salir me choqué con alguien.
- Lo siento. - le dije y levanté la vista.
- No pasa nada. - me dijo sonriéndome. - Me llamo Taylor, nos vimos el otro día, ibas con tu amiga. 
- Lo sé. Soy Nikki. - le tendí la mano.
Él me miro y no dejaba de sonreírme. Me volví a la mesa donde estaban mis hermanos, y Loreen no hacía mas que mirarme. Me senté y me dijo al oído. 
- ¿Quien es ese?
- Un tal Taylor. Le vi el otro día.
- Pues es muy guapo y no deja de mirarte y sonreírte.
Levanté la vista y ahí estaba, mirándome, y cuando le miro, me sonríe.
Parece un chico muy tierno. Me encanta que me sonría, ningún chico me había sonreído nunca; y su sonrisa es preciosa, y sus ojos, y su pelo... Me quedé atontada mirándolo hasta que mi hermano me tiro una miga de pan.
- Estás atontada tronca.
A ratos le miraba de reojo. Se levanta, aparto la vista de golpe, veo que se acerca, empiezo a sudar, mi hermana me mira, se ríe.
- Adiós Nikki. Espero verte pronto. - me dice.
- Hasta luego. - le sonrío tímidamente. 
Me mira y me sonríe. Con esa sonrisa tan perfecta. Me fijo como se aleja, y mi hermano vuelve a tirarme una miga de pan.
- ¿Quién es ese? - me pregunta. 
- Un novio. - dice Loreen.
- ¡No! Es un conocido. - digo. 
Los dos me miran y Loreen comienza a reírse de nuevo.
Terminamos de comer y nos vamos de la cafetería. Vemos por los cristales del centro comercial que a fuera ya no llueve y ha salido el sol. Decidimos ir a otro sitio, salir del centro comercial. Mi hermano nos lleva a un sitio en el que no había estado nunca. Un chico nos saca unas ropas que pesan lo suyo y unas pistolas. Nos lleva hasta una puerta y nos saca a la calle. Allí hay millones de hinchables y me doy cuenta de que estamos en un campo de Paintball.
- ¿Qué tal estáis? - nos pregunta Cam. - Vosotras vais en ese equipo, en el rojo. Que gané el mejor.
Mi hermana y yo nos acercamos a mas gente, y nos saludamos amablemente.
Empieza la guerra.
Mi hermana y yo, sin pensarlo vamos a por mi hermano, pero a mi hermana la disparan y queda elminada. Una chica, mas o menos de mi edad, se acerca y me dice:
- Venga va, yo te cubro.
Me fío de ella y voy hacía mi hermano. Le veo y le disparo, pero él se esconde. A mi compi la disparan y queda eliminada. En mi equipo cada vez somos menos, en el de mi hermano hay cuatro danzando por ahí... les ganamos en número.
Pasa el tiempo y en mi equipo cada vez son menos, quedamos yo y un chico. En el equipo de mi hermano quedan él, y dos chicos, bueno, un chico, al otro le acabo de disparar. 
Oh no, al de mi equipo le acaban de disparar. Veo que el chico del equipo de mi hermano anda tan tranquilo como si esto hubiese acabado, no me lo pienso y le disparo. ¡Toma ya! En todo el casco, eliminado.
Quedamos mi hermano y yo. - susurro escondiéndome detrás de un hinchable.
Miro de reojo por todos los lados y oigo a mi hermano gritar que dónde estoy. Le oigo cerca, cada vez mas. Creo que lo tengo detras... antes de girarme preparo la pistola, me giro y ¡ZAS!.
- ¡ELIMINADO! - grito alzando los brazos en señal de victoria.
Me siento muy feliz, me siento genial. Veo a mi hermano tirado en el suelo y oigo que se ríe. Me tiro al lado de él y me da un golpe en el casco.
- Eres la leche. - me dice.
No puedo evitarlo y me sale una sonrisa.

Llegamos a casa y vemos a mi padre y a mi madre cenar. Veo que se ríen los dos, veo que están felices. Mi padre se gira y me sonríe.
 - ¿No has ido a clase verdad? - me pregunta.
- No. 
- Me parece bien. - me sonríe de nuevo. - Venga, venid a cenar.
Mi hermana me agarra la mano y me mira a los ojos. Mi hermano, simplemente, me da un golpe en la espalda.Nos sentamos todos juntos en la mesa y comenzamos a cenar. Les cuento a mis padres lo que he hecho hoy con Loreen y Cam, les he dicho lo que he sentido al subirme al escenario, les he enseñado las escuelas de Los Ángeles... veo como le brillan los ojos a mi madre, veo como mi padre se ríe al contarle como he eliminado a Cam en el Paintball. Esta noche me siento de la familia. Esta noche somos una familia.

sábado, 7 de julio de 2012

Capitulo 4.


Miércoles.
Me despierto cuando me suena el despertador. Me miro al espejo y tengo los ojos hinchados, me pasé toda la noche llorando. Toca la misma rutina de siempre, voy al baño, me ducho y me visto.
Me acerco a la cocina y veo el desayuno encima de la mesa con una nota de mi padre que dice:
Buenos días chicos. Siento mucho lo de anoche de verdad. Estoy avergonzado, nunca había hecho nada de esto, pero estoy algo nervioso por la mudanza. Espero que me perdoneis con este pedazo de desayuno que os he hecho. Nos vemos a la noche, muchos besos. Te quiero mi pequeña.”
Lo de pequeña iba por mi. Cuando yo era pequeña siempre me llamaba así. La verdad, el desayuno tenía una pinta buenísima. Me senté a desayunar y se sentó a mi lado Cam.
- Buenos Días. ¿Qué tal has dormido? - me pregunta.
- Bien. ¿Tú? 
- Bien. Ya sabes, me gusta dormir.
Me sale una carcajada algo rara. Mi hermano me mira como si sería tonta pero me sonríe. Al fondo vemos salir a mi hermana en pijama y con pelos de loca. Cam y yo nos miramos y empezamos a reírnos.Suena el teléfono de casa y contestó rápido; es pronto para que alguien llame, así que igual ha pasado algo.
Era la madre de Caroline, Caroline se ha puesto mala y me ha dicho que no ira al colegio.
- ¿Qué planes tienes para hoy? - me pregunta Cam.
- Ir a clase. 
- ¿De verdad?
- Me pierdo... 
- Oye Loreen, ¿Por qué no hacemos algo los tres? Aprovechamos que papá y mamá estarán todo el día en el trabajo...
- Me parece bien. - contesta mi hermana. 
- Pero tengo que ir a clase. - digo yo.
- Por un día que no vayas no pasará nada. - dice mi hermano que en eso es todo un experto.

Cuando terminamos de prepararnos, Loreen, Cam y yo, salimos a pasar el día juntos. La primera vez que salgo con mis hermanos, la primera vez que hacemos algo juntos.
- ¿A dónde queréis ir? - pregunta Loreen.
- Se me ocurre una idea. - dice Cam.
Cam llama a un taxi y nos subimos a él. El taxi nos deja enfrente del teatro Steppenwolf. Mi hermano mira a Loreen y veo que entran al teatro.
- Venga vamos. - me dice Cam.
Cam entra y saluda a un chico que esta en una sala. Parece ser algo mas mayor que él, saluda a mi hermana y luego se acerca a mi.
- A si que tu debes de ser la artista. - me sonríe.
Alguien le llama y se marcha por donde nosotros habíamos entrado. Cam me mira y me señala el escenario.
- Sube. Y así ves que se siente. - me dice Loreen.
Decido subir al escenario y ver lo que se siente y saber si esta profesión es para mi.
Estoy algo nerviosa, decido cerrar los ojos, intento colocarme en mitad del escenario y abro los ojos. Solo veo asientos, muchos asientos vacíos. Y al fondo veo a mis hermanos, Loreen sonriéndome con una sonrisa de oreja a oreja y Cam, que aplaude.
Me acuerdo de un pequeño fragmento que interprete en una obra en el colegio. Me pongo a actuar, un poco loca debo añadir, estoy algo emocionada, mis hermanos no habían hecho nada por mi y esto es precioso. Justo en ese momento, entra el chico al que mi hermano había saludado. Se queda mirándome, hasta que yo me doy cuenta. Me giro hacía él, y me aplaude. Decido bajarme del escenario muerta de la vergüenza y me acerco hasta donde está Loreen.
- ¿Nos vamos? - le digo.
Ella me mira y asiente con la cabeza. Cuando vamos a salir, se acerco el chico y me dice:
- Cielo, tienes talento, aunque estabas un poco emocionada ahí arriba. Con buenas prácticas y unos buenos profesores, creo que serás una gran actriz. Tu hermano me ha comentado que os mudáis a Los Ángeles. Toma, son institutos en los que hay un departamento de Artes, deberías hecharles un vistazo. - me dice dándome un papel con escuelas apuntadas.
- Gracias. - le sonrío y le cojo el papel. 
- Llámame cuando seas famosa. - me guiña un ojo y se da la vuelta.
Cuando salimos del teatro estaba lloviendo, decido guardar el papel como si se tratase de un tesoro. Mi hermano me mira y me rodea con su brazo mi cuello.
- Te ha dicho que tienes talento. Eso será por algo. No es tan amable con la gente.
- Gracias por haberme traído. - le digo y le doy un beso en la mejilla.
Mi hermano me mira desconcertado y luego me sonríe y me agarra mas fuerte.

viernes, 6 de julio de 2012

Capitulo 3.


Martes.
Me suena el despertador a las 7 como todos los días. Esta vez no me ha costado nada levantarme, llevaba despierta hace un buen rato.
Voy a ducharme y me preparo. Me acerco a la cocina, esta mi hermano desayunando y mi hermana leyendo el periódico.
- Buenos Días. - me dice mi hermana con una sonrisa en la cara.
Le miro y le sonrío. A mi hermano le levanto las cejas en señal de saludo.
Termino de desayunar y recojo mi habitación haciendo tiempo hasta que venga Caroline a buscarme. Llevo toda la noche pensando en como decirles a ella y a Jamie que me mudo a Los Ángeles.
Me sumerjo en mis pensamientos y me sobresalto al oír el timbre. Contesta mi hermana, se acerca a mi habitación a decirme que me espera Caroline.
- ¿Paso a buscarte y comemos juntas? - me dice mi hermana cerrandome la mochila.
- Vale. - le sonrio y me marcho.
Parece ser que mi hermana y yo por culpa de la mudanza vamos a entablar amistad.

Abro la puerta del portal, y ahí está mi mejor amiga, la persona a la que mas voy a echar de menos en cuanto me mude. Toda la noche pensando en que decirla, hasta se me había ocurrido una especia de discurso, pero al verla se me ha olvidado, me he bloqueado.
En todo el camino hacia el instituto solo hablaba ella, yo no he abierto la boca para nada. Llegamos al instituto y fuimos hacia nuestras taquillas.
- ¿Estás bien? Solo hablo yo. - me pregunta algo preocupada.
- Tengo que hablar contigo y con Jamie. Nos vemos en el recreo. 
Me marcho a clase de Literatura y al fondo está Jamie, me saluda con la mano y yo me siento en mi sitio, la segunda, en la misma fila que él.
Estas clases se me hacen eternas con la profesora Sara Smith. Una señora mayor con un curriculum impecable, una de las mejores profesoras del Instituto, aunque sus clases son un aburrimiento.
Toca el timbre, salgo a todo correr para evitar a Jamie. Toca clase de Biología y coincido con Caroline. Cuando llego a clase ella no está. Me siento en mi sitio y llega la profesora Hayley Adams. Es bastante joven para ser profesora, yo le hecho la edad de mi hermana, ha llegado nueva este año, y es muy maja, sus clases son divertidas. La clase se me pasa rápido y toca recreo. Caroline y yo salimos juntas y nos juntamos con Jamie en una pequeña roca que hay a fuera del instituto.
- Bueno, ¿qué tienes que contarnos? - decía Caroline dándole un mordisco a su bocadillo.
 - Me mudo a Los Ángeles. - lo disparé como si no tuviera mucha importancia.
- ¿Pero que dices? - decía Caroline levántandose de golpe.
Jamie no decía nada, simplemente seguía comiendo su almuerzo.
- Mi hermano a aceptado la beca del baloncesto y a mi padre le han ofrecido un trabajo allí, y una enorme casa. Podréis venir en Verano.
- Pero no te puedes ir ahora. Acabamos de empezar el curso.
No sabía que hacer ni que decir. Por fuera estoy haciendo como si no me importarse el irme, actúo como si sería fuerte, pero por dentro estoy destrozada.
- ¿Y cuándo te marchas? - preguntó Caroline.
- Este fin de semana iremos a dejar algunas cosas, pero no se seguro cuando me iré. 
- ¿Este fin de semana?
- ¿Por qué no venís conmigo? - se me ocurre la idea de que me acompañen.
Toca el timbre y tenemos que volver a clase. Las demas clases se me pasan rápido y llega la hora de irse a comer. Veo el coche de mi hermana a lo lejos y me acerco.
- ¿Cómo ha ido el día? - me pregunta mi hermana.
- Bien. ¿A dónde vamos? 
- Al restaurante de un amigo mio. Te gustará. ¿Le has dicho a tus amigos que te mudas?
- Sí. Les he dicho que me acompañen este fin de semana cuando vayamos.
- A mi me parece buena idea, pero díselo a papá. - me mira con mala cara.
Llegamos al Restaurante. Mi hermana saluda con la mano a un chico bastante guapo. Nos acercamos a una mesa donde él está y nos sentamos.
- Nikki, este es Daniel.
- Hola. - le saludo vergonzosa.

Al de un rato nos sacan la comida y cuando terminamos de comer, a mi hermana se le ocurrió la idea de ir de compras. Nos recorrimos todas las tiendas de la ciudad. A mi hermana le llamaron de una entrevista de trabajo y se tuvo que marchar, antes me dejo en casa. Cuando llegué a casa, estaba mi padre cenando. Al entrar por la puerta, mi padre se levantó a toda prisa y se acercó a mi. Antes de decir nada, me dio una bofetada.
- ¿¡Dónde estabas!? - me gritaba.
- He estado con Loreen. He comido con ella y hemos ido de compras. 
- ¡No me mientas! ¡Tú no te llevas bien con ninguno de tus hermanos! - me dio otro bofetón.

Justo en ese momento entraban por la puerta Cam y Loreen.
- ¿Qué pasa? - decía Cam.
- Si estabas con Loreen, ¿por qué viene con Cam? - mi padre no me soltaba el brazo y me hacía daño 
- Papá sueltala. Ha estado conmigo todo el día, hemos comido y hemos ido de compras. - dijo Loreen.
- Es verdad yo las ví. Me encontré con ellas. - Cam se metió en la discusión para defenderme. - Y me acabo de encontrar en el portal con Loreen. 
- ¿Y tú de dónde vienes? - le pregunta mi padre a Loreen.
- Me han llamado de una entrevista de trabajo.
Mi padre al fin me suelta. Yo me largo corriendo a mi habitación y cierro la puerta de un portazo. Me derrumbó en la cama y me pongo a llorar como nunca, al de un rato me quedo dormida. 

jueves, 5 de julio de 2012

Capitulo 2.


Cuando acabamos las clases, Caroline, Jamie y yo, solemos ir a comer a un bar que hay al lado del instituto. La dueña, Alisson, es una chica muy grande, pero es muy amable con todos sus clientes. Su hijo Adam, tiene mi misma edad, es un chico muy amable, igual que su madre. Su padre murió en un accidente de coche hace 3 años, por eso se encarga del bar junto a su madre.
- ¡Hola chicos! ¿Que vais a comer hoy? - pregunta Alisson.
- Yo lo de siempre. - dice Jamie sonriéndole. 
- A mi ponme el menú del dia. - le digo.
- ¡A mi tambien! - dice Caroline.
Alisson se da la vuelta y se mete en la cocina. Jamie lee un nuevo cómic, mientras que Caroline y yo hablamos de nuestras cosas. Al de un rato, nos traen la comida. Jamie come rápido y se despide de nosotras, tiene que ir a ensayar con el grupo. Se me olvido deciros que Jamie toca la batería en una pequeña banda que tiene con unos amigos. Al principio, solo iban para pasar el rato, pero ahora suelen tocar en pequeños locales, y tengo que decir que su música es bastante buena.
Caroline se marcha a estudiar y yo me quedo un rato mas en el bar leyendo una revista.
- Hola Nikki. - me dice Adam sentándose en la silla de enfrente.
- ¡Hola! ¿Qué tal? 
- Bien. ¿Qué lees?
- Na, una revista. No tiene importancia. - le digo cerrando la revista. 
- ¿De cotilleos?
- Mas o menos. Miraba haber si alguien estrenaba pelicula o algo.
- ¿Te gusta el cine? 
- Me encanta.
- Pues podriamos ir algun dia, si quieres. 
- ¡Me encantaria! - le sonrió.
Alisson llama a Adam. Él se despide y se marcha hacia su madre.
Yo decido volver a casa, mi madre habrá llegado ya.
Cuando llego a casa, mi hermana discutía con mi padre, algo del trabajo; yo intento pasar de la conversación y me encierro en mi cuarto. Alguien toca a mi puerta y entra mi hermano.
- Hey, ¿que tal por Los Ángeles? - le pregunto fingiendo que me importa el tema.
- Todo aquello es increíble. Pero ya lo verás. 
- ¿Qué?
- He aceptado la beca. Y a papá le han ofrecido un trabajo allí y una enorme casa. Lo ha hablado con mamá y han decidido que lo mejor sea que nos marchemos para allí.
- ¡Pero no podemos! ¡Acabo de empezar el curso! - no me hace ninguna gracia la nueva idea.
- Pues lo sigues allí. ¿Oye tu no querías ser actriz? Nos mudamos a Los Ángeles, allí te lloverán ofertas. 
  Al decir eso mi hermano me di cuenta de que cuando digo las cosas me escuchan, no me ignoran, como yo pensaba. Los Ángeles, siempre he querido vivir allí, pero no puedo dejar a Caroline ni a Jamie, no puedo.
- Sera mejor que vayas haciendo las maletas, este fin de semana iremos a dejar algunas cosas a la nueva casa. - dice Cam saliendo de mi habitación.
No me puedo creer que nos vayamos a vivir a Los Ángeles. Por un lado me moría de ganas de llegar, pero por otro... ¿Que le digo yo a mis amigos? No quería separarme de ellos.

A la hora de la cena, mis padres no dijeron nada de la mudanza. Ellos se pensaban que yo no sabía nada, pero llego mi hermana y ni se sentó a cenar, se fue derecha a su habitación.
- ¿Qué le pasa a Loreen? - pregunte.
- Nada cariño. - respondió mi madre. 
- Nos mudamos. - dijo mi padre.
- ¿Cuándo pensabais decírmelo? 
- Lo hemos decidido hoy.
- ¿Así, sin mas?  
- Tu hermano tiene una gran oportunidad. - decía mi padre dándole una palmada en la espalda.
Mi madre me miraba con cara triste, con preocupación.
Me levanté de la mesa y me fui a mi habitación. Cogí el ordenador portátil y me tumbé en la cama.
Alguien llamaba a mi puerta, no quería hablar con nadie, seguramente sería mi madre, pero la que entro era Loreen.
- ¿Podemos hablar? - dijo asomando la cabeza.
Me quedé pensativa porque nunca tenía momentos de estos con mi hermana. Asentí con la cabeza y entro. Se sentó al lado mio en la cama.
- ¿Cómo estas? - me preguntó.
- ¿Tu que crees? No quiero mudarme, no quiero dejar a mis amigos. Llevo toda la vida viviendo aquí. - cerré el ordenador de golpe, enfadada.
- Ya, yo estoy igual.
- Pero tú puedes quedarte, tienes 21 años, ya eres mayorcita. 
- Según papá no. Dice que en Los Ángeles tendré mas oportunidades y mucho mejores de encontrar un buen trabajo de abogada. Y tú, puedes empezar tu carrera como actriz, estarás muy cerca de Hollywood.
Increíble, mi hermana también me escuchaba cuando decía las cosas. Ahora me siento un poco mas arropada por esta familia.
- Nos acabaremos acostumbrando. - me dijo con una sonrisa tímida.
- ¿Y qué les digo yo a mis amigos? ¡Estaremos en la otra punta! 
- Pueden venir en Verano. Según papá en nuestra casa nueva caben muchos invitados, debe de ser enorme, con piscina y todo.
- Bueno, allí hay chicos guapos que hacen surf.
- Tú y yo tenemos que hablar mas a menudo. - dijo Loreen dandome un golpe en el hombro.

Mi hermana se acerco y me dio un abrazo. El primer abrazo que me da, al menos que yo pueda recordar. Me recuerda a los que me da Jamie todos los días, un abrazo de los que necesitas al final del día, y el de mi hermana fue el mejor de todos.

miércoles, 4 de julio de 2012

Capitulo 1.


Lunes.
Suena el despertador a las 7 de la mañana. Me levantó a las 7:15. Voy a ducharme, y termino de vestirme. Me acerco a la cocina y veo que no hay nadie. Veo en la mesa algunos bollos y una caja de cereales. No hay nadie en mi casa, mi hermano y mi padre aún no han vuelto de Los Ángeles. Mi madre se habrá ido temprano a trabajar, que por cierto, es enfermera. Y mi hermana tenía una entrevista de trabajo.
Desayuno una taza de leche con cacao, miro el reloj y aun son las 8. Caroline, no viene a buscarme hasta las 8:15.
Caroline es mi mejor amiga, llevamos juntas desde que eramos pequeñas. Antes era mi vecina, vivia en el piso de enfrente, pero decidieron mudarse hace un par de años.
Vuelvo a mi habitación y hago tiempo hasta que venga Caroline. Enciendo el ordenador y miro mis mensajes. Nada, vacío, ni un solo mensaje.
Alguien toca al timbre, contesto y es Caroline. Bajo a todo correr con las cosas de clase y nos vamos hacia el instituto.
- ¿Que tal esta mañana de Lunes? - pregunta Caroline feliz.

Caroline, es muy alegre. ¿Un Lunes por la mañana con dirección a clase quien es feliz? ¡Exacto! Caroline.
Voy a contaros algo sobre ella. Caroline tiene el pelo negro, muy negro. Lo tiene muy liso, me da envidia, yo tengo que estar todo el día pasándome las planchas. Sus ojos son marrones oscuros, y tiene una mirada muy bonita. Caroline siempre esta sonriendo, como os he dicho es una persona muy alegre, pero cuando se enfada hay que tener cuidado con ella, se pone muy furiosa.
Es la mejor amiga que puedo tener. Cuando estas mal, ella es la primera en estar contigo y hace todo lo posible por que sonrías. Ella nunca me ha levantado cuando me he caído, porque simplemente no deja que te caigas.
Mis cambios de humor, ella es la que mejor los lleva, porque me entiende y me conoce perfectamente.
Caroline es como una hermana.
- Tia, no he desayunado nada. Vamos a entrar aquí a por algo de comer. - me dice, cogiéndome del brazo y arrastrándome hasta una cafetería, donde tienen los mejores cruásanes de chocolate.

En la fila había dos personas antes que nosotras. Yo miraba esos cruásans, y se me hacia la boca agua; mientras que Caroline, no hacia mas que mirar a dos chicos que estaban sentados en una mesa.
- Caroline, eh, tu turno. - le dije moviendo mi mano de arriba a abajo ante sus ojos.
- Em... ¡muy bien! Ponme un café bien cargado, no muy caliente que hoy hace calor. Un cruásan de chocolate, dos napolitanas de crema, una de chocolate, y... nada más.

Se me había olvidado deciros que Caroline come mucho, le encanta comer. Pero no se donde lo mete, porque tiene un cuerpo de modelo.
Al salir de la cafetería, Caroline les dice adiós a los chicos de antes, los de la mesa. Uno de ellos, le devuelve el saludo y el otro le sonríe.

- ¿Has visto a los de la mesa? Pero que guapos por dios. - dice Caroline comiendo una napolitana. - Ah toma, lo he cogido para ti – me dice dandome el cruásan de chocolate.
- ¿Y esto? Yo ya he desayunado.
- Oh venga ya, se te hacia la boca agua mirándolo.

Caroline me conoce perfectamente.
Llegamos al instituto y fuimos a nuestras taquillas a coger el libro de la primera clase, y aparecio nuestro amigo Jamie.
Jamie es como Caroline, mi mejor amigo, toda la vida juntos.
Jamie al contrario que Caroline, es muy cariñoso. Siempre que me ve, me abraza, porque sabe que necesito un abrazo, ya que en mi casa nadie me los da. Y a Caroline, le da un pequeño golpe en el hombro.
Jamie, es muy guapo. Todas las chicas le miran, pero cuando le conocen, siempre se alejan de él. No por que huela mal, al contrario, Jamie siempre va muy arregladito. Lo que pasa que... bueno, es un poco “friki”. Esta todo el día leyendo cómics y cuando conoce a una chica, al principio es muy romántico, pero luego siempre saca el tema de algún superhéroe, y eso en una cita, no es muy bonito que digamos. Es muy bueno en las Matemáticas, y esta todo el día ayudándome, porque yo no me empano.
Os voy a contar un secreto: Yo creo que Caroline está enamorada de Jamie. Ella siempre lo niega cada vez que le pregunto por el tema, pero su mirada me dice que es cierto. Pero Jamie está enamorado de mi. Él piensa que yo no lo sé, por eso actúo como si no pasase nada. Pero en el fondo me da algo de penilla.
Justo cuando tocó el timbre, Jamie se fue hacia el polideportivo, Caroline al laboratorio de Ciencias y yo a clase de Historia. Odios los Lunes, porque solo coincidimos en una clase los tres. Con Caroline todas las clases me toca con ella, menos en dos o tres a la semana; pero con Jamie, no coincidimos casi nunca. Pero, los Lunes a primera hora, aunque este yo sola, no estan nada mal, tengo clase de Historia con el profesor Ruffus Freeman. Uno de mis profesores favoritos.

martes, 3 de julio de 2012

Introducción.


Antes de contaros mi historia, deberíais saber unas cuantas cosas sombre mi y mi familia.
Me llamo Nicole, pero todo el mundo me llama Nikki, excepto cuando mis padres, sobre todo mi padre, se enfada conmigo, que siempre me grita “¡NICOLE!”.
Tengo 17 años, y vivo en Chicago.
Tengo dos hermanos, una hermana 5 años mayor que yo, Loreen; y Cam, que es 2 años mayor que yo.
Yo soy la pequeña de la familia.
Cuando nació mi hermana Loreen, mis padres siempre se marchaban de vacaciones a Europa, cuando nació mi hermano Cam, decidieron recortar y marcharse por Estados Unidos, pero lo suficiente lejos de Chicago. Y cuando nací yo... bueno, yo no he salido nunca de Chicago. Con eso os lo digo todo.
Mis amigos dicen que soy “bipolar”, que puedo cambiar de estado de ánimo en segundos. Pero no me extraña, en el único lugar donde me siento segura es en el instituto. Es llegar a casa y sentirme... vacía, sola.
Dicen que me parezco a mi padre, pero yo creo que no. No tenemos nada, casi nada en comun. Él tiene otra forma de pensar y es muy diferente a la mía.
Cuando estoy a solas con el, no tenemos nada de que hablar, no se de que hablar con el. Cuando estamos cenando, para lo único que me dirige la palabra es para: “¿Que tal los exámenes? ¿Que tal en clase?” y siempre lo mismo. Y al final acaba cansando. Sobre todo para una chica como yo. Deberíais saber de que soy una mala estudiante, se me da fatal el ponerme a estudiar. Tengo buena memoria, eso sí, pero soy demasiado vaga. Pero intento sacarme el curso. Entonces, cuando mi padre dispara esas preguntas, me pone de mala leche; y sobre todo, siempre pone de ejemplo a alguna amiga, que son todas muy listas y sacan todo con los ojos cerrados. Eso me pone mas furiosa aún.
Mi hermana es la única de la familia que ha ido a la Universidad. Acaba de sacarse la carrera de Derecho. Imaginaos como esta mi padre de contento. Ahora siempre pone de ejemplo a mi herma, y no es que me fastidie, porque me alegro por ella, pero yo no soy como ella... y a mi padre no le entra en la cabeza. Sin embargo, mi hermano ha sido mucho peor que yo. Él ni siquiera intento esforzarse, iba a clase a calentar la silla. Pero claro, mi hermano es muy bueno en el deporte, y mi padre siempre le anima. Ahora Cam, esta en Los Ángeles, le han ofrecido una beca para estudiar y a la vez practicar baloncesto. Mi padre ha ido con él, para ver las instalaciones y para que mi hermano se lo piense; pero como os he dicho, mi hermano no ha estudiado nunca. No se que hará allí.
Como veis, mis hermanos tienen algo por lo que luchar. Mi hermana, quiso ser abogada, y lo ha conseguido. Mi hermano, quería ser jugador profesional de baloncesto y esta en proceso. Y todo eso con el apoyo de mis padres. ¿Sabéis cual es mi sueño? Yo quiero ser actriz. Llegar a Hollywood y trabajar con los mejores actores del mundo. ¿Sabéis cual es la reacción de mis padres? “Deja de decir tonterías y estudia”.
¿Sabéis como me siento al ver que han apoyado a mis dos hermanos y cuando llego yo dicen que baje de la nube?
Mi madre es distinta, mi madre poco a poco esta asimilando que es lo que quiero de verdad, y me apoya, a su manera, pero me apoya.
A veces pienso que soy adoptada, o que me cogieron de algún contenedor porque no lo entiendo. Ademas, tendríais que ver a mis hermanos, no me parezco en nada a ellos.
Mi hermana es guapa, muy guapa, tiene el pelo largo y rubio y unos ojazos azules como el mar del caribe. Su piel es morena y muy lisa. Siempre ha sido la popular de su instituto y siempre ha sacado las mejores notas de su clase.
Mi hermano es, sinceramente, mi hermano es guapo. Es un chico en el que me fijaría si saldría una noche. No es tan rubio como mi hermana, pero tiene el pelo claro. Sus ojos son marrones, al igual que los de mi madre, y tiene un cuerpo de un verdadero atleta.
Y yo... mi pelo es castaño oscuro, todo lo contrario de ellos dos. Mis ojos, son como un marrón verdoso, y mi piel es morena, algo en común que tengo con mi hermana. Ahora que pienso, también tengo una cosa en común con mi hermano, el deporte. Me gusta el deporte, pero no exactamente el baloncesto, a mi me gusta el fútbol. Desde pequeña siempre le daba patadas a un balón. Mis amigos dicen que tendría que probar y apuntarme al equipo del instituto, pero mi padre me mataría. Él es un fanático del baloncesto y siempre ha odiado el fútbol.
Mi padre es, el poco pelo que le queda a mi padre es castaño, mas o menos parecido al mio. Sus ojos son azules, no tan bonitos como los de mi hermana, pero son azules. Todos los ojos azules son preciosos. Su piel es muy morena, como un latino.
Mi madre es rubia, sus ojos son marrones, como os he dicho antes, como los de mi hermano.
¿Lo veis? Soy la oveja negra de la familia.