Al de un rato,
cada uno se fue a ver la casa por su cuenta. Caroline, Jamie y yo
fuimos a la casa de la piscina.
- Es
increíble todo esto Nikki. - decía Jamie.
- Ya te
digo. Pedazo de casa. - decía Caroline.
Loreen llamó a
la puerta y entró.
- ¿Qué
hacéis chicos? - preguntó.
- Nada,
hablar. - conteste. - Oye, Cam y yo vamos a ir a dar una vuelta por el barrio. ¿Os venís?
- ¿Y tus padres? - preguntó Caroline.
- A ellos mejor dejarles, están muy emocionados. - nos guiñó un ojo.
Decidimos ir
con Loreen y Cam a conocer el barrio.
Todas las casas
eran preciosas.
- Hola.
¿Vosotros sois los nuevos? - preguntó una chica mas o menos de mi
edad.
- Sí, los
de la casa de Nelson. - respondió Cam.
- Pues
encantada, soy Emily, la chica de la casa de enfrente. - me miraba y
me sonreía. - ¿Queréis que os lleve a algún lado?
- Pues... yo
tengo una sed que me muero. - respondió rápido Jamie.
Comenzamos a
reírnos y Emily nos llevó a una cafetería que estaba enfrente de
la playa. La playa no estaba lejos de nuestro barrio, eso me gustaba.
- ¿Te has
fijado en los chicos de aquí? - me decía Caroline mirando para
todos los lados. - Espero que te eches algún noviete de estos.
- ¡Caroline!
- le dije para que bajase la voz.
A Cam le
llamarón al móvil.
- Joder,
chicos me tengo que ir.
- ¿A dónde
te vas? - dijo Loreen preocupada.
- Me ha
llamado Eric y tengo que ir con él.
- ¿Quién
es Eric? - preguntó Loreen.
- El de
antes, al que le gustas. - ¡El chulo putas! - dijeron Jamie y Caroline a la vez.
- ¿Y a dónde vas? - volvió a preguntar Loreen.
- No sé, me ha dicho que es algo del equipo de baloncesto. Luego os llamo.
Cam se marchó y nos quedamos los demás en la cafetería. Emily parecía una chica
muy maja, nos dijo sitios para ir a conocer en Los Ángeles y que si
necesitábamos algo, se lo pediríamos.
- ¿Y en qué
escuela estudiaras? - me preguntó Emily.
- Pues...
aún no lo sé. Un amigo de Chicago me dio una lista con los
institutos que tienen departamento de Arte Dramático, y todavía no
he mirado ninguno. - Mi instituto tiene clases de Arte, podrías ir a mirarlo. - me dijo sonriéndome.
Noté que algo
vibraba en mi bolso y me dí cuenta de que era el móvil. Me estaba
llamando Taylor.
- ¿Diga? -
contesté y me salí de la cafetería.
- Hola.
¿Estás ya por Los Ángeles? - me imaginaría que estaría
sonriéndome con su sonrisa tan perfecta. - Sí, hemos llegado hace unas horas. He visto mi casa y es preciosa.
- Pues espero que me invites algún día. - se me puso una sonrisa de tonta.
Salieron todos
de la cafetería y me vieron sonreír como una idiota.
- ¿Con
quien habla? - le preguntó Emily a Loreen.
- Seguro que
con su novio Taylor. - respondió Caroline en tono burlón.
- Oye, tengo
que colgar, mi hermana me necesita. - le dije a Taylor.
- Vale, te
llamaré mas tarde.
- Adiós.
Cuidate, un beso. - le dije y colgué rápidamente.
Me acerqué a
donde estaban los demás y mi hermana me esperaba la última para
hablar.